Pinocho, simbolismo esotérico

Pinocho y la Iniciación
La nueva Italia unificada tenía una fuerte influencia masónica, dado que sus grandes líderes (Garibaldi y Mazzini) pertenecían a esta fraternidad. El papismo había sido arrinconado en un rinconcito de Italia, el Vaticano, que era lo poco que quedaba de los enormes Estados Pontificios. Sin embargo, aunque la Religión Católica estaba siendo atacada, el espíritu de Cristo seguía vigente y como bien dijo un francmasón italiano “en aquel tiempo de resurgimiento se sentía la necesidad de conciliar a Cristo y Mazzini, la catacumba y la sociedad secreta”.

En este convulsionado contexto italiano de Italia, Collodi escribió “Le aventure de Pinocho”, publicado en 1882.

Un análisis superficial de la obra nos revela una apología de la educación del pueblo y una denuncia del vicio y la holgazanería.

El muñeco de madera que cobraba vida era amoral, carecía de conciencia, y un personaje secundario (Pepe Grillo) intenta aconsejarlo y convertirse en la voz de su conciencia. En la obra original, Pinocho se molesta con su compañero y lo aplasta de un manotazo.

Detrás de la historia de Pinocho hay “otra” historia, con un profundo contenido iniciático y espiritual que Collodi –al igual que otros escritores de cuentos clásicos- supo canalizar con maestría.

El simbolismo del cuento
Sabemos que Pinocho fue la creación del carpintero Gepetto, quien elaboró a partir del leño (la materia prima) una obra de arte. El trabajo fue realizado con un amor tan profundo y que fue canalizado, logrando dar vida al muñeco.

Pinocho tenía vida pero, sin embargo carecía de libre albedrío pues estaba dormido. Desconocía el sendero de la virtud y la liberación, pues era un “muerto viviente”.
Lamentablemente, la mayoría de los seres humanos son como Pinocho, siguen el camino más fácil y no saben que existe algo mejor.

C.W. Leadbeater afirma que “La verdad es que hay sólo dos clases de hombres en todo el mundo:  los pocos que se han dado ya cuenta del poderoso esquema divino, y la inmensa masa que todavía no lo conoce. Los últimos viven para ellos mismos, y están muy esclavizados por sus pasiones; los primeros viven para Dios y para la evolución, que es Su Voluntad, ya se llamen budistas o indos, musulmanes o cristianos, librepensadores o judíos”.

Pinocho es esclavo de sus “agregados psicológicos” o “yoes” y sus mentiras hacen que le crezca la nariz y más tarde orejas de burro. Es decir, la vida descarriada lo lleva a un retroceso, donde la nariz que crece representa las ataduras terrenales, la materialidad.

Una y otra vez Pinocho recoge lo que siembra. Sus malas acciones lo llevan a una vida desgraciada, donde el muñeco paga con sufrimiento el karma generado.

Cuando la vida de Pinocho no podía ser más insoportable, es tragado por una ballena. Este episodio nos recuerda a Jonás, que fue engullido por un pez gigantesco, morando en su interior tres días y tres noches.

El interior de la ballena representa la cámara de reflexiones masónica, el descenso al centro de la Tierra. Es importante recordar las palabras de Mateo 12:40: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. El Hijo del Hombre que también –al igual que Pinocho- era hijo de un carpintero.

La Muerte mística
A luz de la vela, Pinocho medita sobre su suerte y decide cambiar, dejando atrás su pasado de inconsciencia.

Finalmente el muñeco es expulsado por la ballena y sale al mar abierto, actuando el agua como elemento purificador, limpiando interna y externamente a Pinocho. Sabemos que cuando alguien es sumergido en una corriente de agua, renace a una vida nueva. Esta costumbre es común a muchos cultos religiosos y sobrevive en nuestros países latinos en el sacramento católico del bautismo.

Pinocho no sobrevive a la furia del océano y finalmente se ahoga. Esta muerte del muñeco es la “muerte mística” del profano al ser iniciado. Este deceso se repite en otros cuentos infantiles (Blancanieves, la Bella Durmiente, etc) y es el prólogo de un renacimiento: el nacimiento segundo del cual habla Cristo en Juan 3:3-10: “De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios (...) el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.

Al volver a la vida, Pinocho pasa a un estado superior, el mismo que podemos apreciar en el relato del “patito feo”.

Como hemos notado, en el relato de Pinocho se narran las desventuras del Muñeco profano que no puede controlar su destino pues es esclavo de sus pasiones y su renacimiento como humano Iniciado, luego de la “muerte mística”.

La labor de adaptación del cuento de Carlo Collodi al cine fue realizada magistralmente por otro masón: Walt Disney. Éste respetó la esencia del cuento, pero transformó a Pinocho en un muñeco más querible que el descrito por su autor en 1882.

Vale la pena volver a ver “Pinocho” y descubrir el maravilloso contenido espiritual de sus locas aventuras.

AGEACAC Argentina

La Asociación Gnóstica de Estudios Antropologicos y ciencias de América Confederada con Personeria Juridica 355"A"/01, es una Institución sin fines de lucro que tiene por objetivo la difusión del Conocimiento Gnóstico a toda la humanidad, a través de cursos, seminarios, conferencias públicas, eventos culturales, etc.. La misma forma parte de una Confederación de instituciones gnósticas en América latina, Europa, Asia y Africa.

Web site: www.ageacac.org.ar

¿Qué es Gnósis?